"No es un capricho" indicaron sobre la silbatina que se dio en la apertura del Festival. Denunciaron sub-ejecución presupuestaria, falta de diálogo e incumplimiento de la Ley de Cine.
Realizadores cinematográficos de nuestro país, reunidos en asociaciones que representan una amplia mirada de la realidad de la producción de cine en las distintas provincias, realizaron ayer una mesa informativa para explicar los motivos por los que se dio una importante silbatina contra el ex ministro de Cultura -actual secretario- de la Nación
Pablo Avelluto, durante la apertura del 33° Festival Internacional de Cine. “No es un capricho” indicó uno de los integrantes de la mesa, el actor, director, productor y guionista Benjamín Naishtat. Junto a la actriz, productora, directora y fotógrafa María Alché, la actriz y directora Mónica Lairana, el documentalista Andrés Habegger, la directora cordobesa Inés Barrionuevo y el director -también cordobés Nadir Medina, encabezaron el encuentro en nombre de la Mesa de directores, ADN, CdC, DIC, DOCA, PCI, RDI, RAD, CCC, denunciando que “el objetivo real de esta gestión es la destrucción de la producción nacional”. Agregaron las adhesiones del colectivo de cineastas y la asociación de realizadores de Córdoba, entre otras que se están sumando. Los referentes, manifestaron su “rotundo desacuerdo” con el mensaje de la actual Secretaría (ex Ministerio) de Cultura y desde la gestión del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales sobre la situación que está atravesando el sector. “Lejos del éxito ha llegado a una situación de ahogo de la producción en todas las áreas que conforman al Cine Nacional” indicaron.
En la mesa denunciaron el incumplimiento de la Ley de Cine y la sub-ejecución presupuestaria. “Reconocieron que hay casi 700 millones de pesos del presupuesto destinado al fomento, por ley con recursos generados por la propia industria audiovisual, sin utilizar. Esa es una maniobra a la que recurren para, luego, aceptar una reducción del presupuesto para el ejercicio siguiente” indicó Naishtat. En ese sentido apuntó que tampoco se respetó la ley que establece el consenso del consejo asesor del Incaa antes de elevar el presupuesto y la falta de diálogo real, de atención a las opiniones de los integrantes de dicho consejo.
“Se ha reducido la capacidad de financiación de las películas, sin acceso a créditos, con menos recursos para llevarlas a cabo, con rodajes resumidos y menos puestos de trabajo para los/las técnicos/as, con plazos generados por leyes improvisadas que atentan contra los procesos productivos y creativos, con inexplicables y crecientes trabas burocráticas para productores y directores y con la ausencia de un plan de fomento inclusivo y federal que responda a las necesidades de la diversidad de producciones que constituyen la cinematografía nacional” indicaron.
Además denunciaron “ataques de hecho y de palabra a la vía digital documental, única ventanilla continua que no exige antecedentes que queda en el Incaa y que es el sostén de producciones que nos enorgullecen”.
Por otra parte salieron al cruce de la información oficial que habla de “récord de público” y “éxito” en el Mes del Cine Argentino. “Lo que no dicen es que destinaron 150 millones de pesos a subsidiar a las grandes empresas exhibidoras para llevarlo a cabo mientras que esas mismas empresas son las que no cumplen con una cuota de pantalla para exhibir las películas argentinas y que esa medida se hizo durante el mes que se estrenaron dos producciones tanque” apuntó el director de la premiada “Rojo” en San Sebastián. Mientras, agregó “se agolpan en el cine Gaumont 67 estrenos nacionales para el último trimestre de 2018, que aunque fueran exitosos no tendrán ni oportunidades ni reglas para permanecer en cartel y llegar al público porque además tampoco tienen ayuda al lanzamiento que ha sido tercerizada sin que se vean resultados tangibles”.
“El único objetivo real, de fondo, es la destrucción de la producción nacional, dejando su distribución y exhibición para las cadenas internacionales porque ya han exterminado a casi toda la distribución nacional” reiteraron.
Asimismo denunciaron “el desprecio total a la preservación de nuestro patrimonio audiovisual, vaciando la Cinain (Cinemateca y archivo de la imagen nacional), organismo creado por ley para cumplir este objetivo y que es encargado del cuidado de nuestras películas”.
“Nos preocupan las mentiras, nos preocupa la situación y por eso sostenemos nuestra lucha en defensa del cine, por que haya más cine nacional y más miradas” apuntaron.
Por último Naishtat apuntó que “también queremos reconocer el trabajo de los programadores del festival, quienes a pesar de los problemas de recortes han podido organizar un festival de gran calidad que está saliendo muy bien”.